El SOP es un trastorno hormonal que puede afectar el metabolismo y la ovulación, y que suele estar asociado a resistencia a la insulina, alteraciones menstruales y dificultad para controlar el peso.
El tratamiento nutricional se centra en mejorar la sensibilidad a la insulina mediante una alimentación con bajo índice glucémico, priorizando carbohidratos complejos, proteínas magras y grasas saludables. Se recomienda evitar el exceso de azúcares y harinas refinadas para reducir los picos de glucosa e insulina.
El consumo adecuado de fibra y antioxidantes, presentes en frutas, verduras y legumbres, contribuye a mejorar la salud hormonal. También es importante asegurar una ingesta suficiente de omega-3, que ayuda a reducir la inflamación y mejorar la función ovárica.
Además, la combinación de una alimentación adaptada con actividad física regular puede favorecer el equilibrio hormonal y mejorar los síntomas del SOP de manera significativa.