La alimentación durante el embarazo y la lactancia juega un papel clave en la salud y el bienestar de la madre y el bebé. Durante la gestación, las necesidades nutricionales aumentan para cubrir el crecimiento y desarrollo del feto, así como para preparar el cuerpo de la madre para el parto y la lactancia.
Un plan nutricional adecuado en esta etapa debe garantizar un buen aporte de energía, proteínas, vitaminas y minerales esenciales como ácido fólico, hierro, calcio y omega-3. Estos nutrientes son fundamentales para el desarrollo del sistema nervioso del bebé, la formación de sus órganos y tejidos, y la prevención de deficiencias nutricionales en la madre.
Durante la lactancia, el organismo materno experimenta una mayor demanda energética e hídrica para sostener la producción de leche. Mantener una alimentación variada y equilibrada ayuda a asegurar un buen estado nutricional y a sostener la energía y bienestar de la madre en esta etapa. Es importante prestar atención a la hidratación, el consumo de alimentos ricos en micronutrientes esenciales y la ingesta suficiente de proteínas y grasas saludables.
Además, cada mujer tiene necesidades específicas según su estado de salud, nivel de actividad física y posibles síntomas digestivos o molestias asociadas al embarazo y postparto. Un asesoramiento nutricional personalizado permite adaptar la alimentación a cada situación, garantizando una dieta saludable y equilibrada tanto para la madre como para el bebé.